Una carta a mi ansiedad 


Cada día vivido como si la vida se fuera cada segundo que respiro, en el tiempo que pasa a segundo mi corazón late con más fuerza donde cada latido representa un pensamiento que hace que mi cabeza sienta que la vida no me alcanza para vivirla, que cada segundo representado en el tiempo es efímero, nada de lo que haga alcanzará a representar algo más que una movida en una ficha de un tablero gigante que es esta sociedad, donde el mundo gira alrededor de las cosas más inexistentes, donde el poder y el dinero no alcanzan a representar lo que es la humanidad, donde el afecto el amor, la misericordia jamás tendrán un precio, una vida basada en espejismos, hoy le hablo a mi ansiedad y le doy gracias porque gracias a ella he sabido notar la  belleza, gracias a ella entiendo la razón de mi existencia, somos tal vez algo cercanas, es increíble la belleza de vivir, aún intento descifrar la razón de ansiedad, aunque no se sienta tan bien, aunque me duela el pecho y las manos me tiemblen, aun cuando no siento ganas de hacer nada solo quedarme ahí existiendo, tal vez voy más rápido de lo que puedo, tal vez solo me pide un respiro, tal vez el ahogo en mi pecho, es solo un llamado, escuchar, escucharme, ser quién soy, tal vez solo esto me hace más sensible, no puedo verlo como algo malo por la simple razón de que esto me deja abrir mi corazón de lo más profundo, mostrar la naturaleza de mis pensamientos de mi alma, que con cada suspiro, lo único que quiere es vivir, entre líneas intento describir mis días, abrazo esta sensación la tomo y la disfruto, porque gracias a ella siento que disfruto más la vida.

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